Trabajar de pie, sentado, o de ambas maneras… ¡esa es la cuestión!
La advertencia sobre los riesgos de trabajar toda la jornada de estas dos formas ha dado un paso más: se plantea la posibilidad de combinarlas en beneficio de la salud y la productividad
Cierra los ojos por un momento. Si no estás trabajando o si no tienes tu puesto en una oficina, imagínate, por ejemplo, en una de esas redacciones de periódico que todos hemos visto en las películas. ¿Cómo te ves, sentado o de pie? Seguro que la respuesta ganadora es la primera.
Y es que lejos de cualquier consideración sobre la salud, el permanecer la práctica totalidad de la jornada laboral sentado en la silla trabajando se ha relacionado siempre con la productividad. Y nada más lejos de la realidad porque, no hay que olvidar, el estar sentado delante de la pantalla (antes de la llegada de las nuevas tecnologías era diferente) no significa necesariamente estar trabajando.
En los últimos años los expertos han ido más allá: si trabajamos sentados, es imprescindible levantarse y moverse al menos un minuto cada 30 o 45 minutos. ¿Las razones? Más o menos todos somos conscientes de las consecuencias del sedentarismo: la falta de movimiento activa la grasa corporal, facilita los procesos inflamatorios y libera hormonas de estrés a nuestra sangre, tal y como lo presenta el experto Antonio Valenzuela en su libro Hijos de la adversidad.
No olvidemos que, frente a esta realidad, está la de las personas que trabajan toda su jornada laboral de pie. A ellos es habitual oírles comentar que padecen varices fruto de la “carga” que soportan y de la consecuente inflamación en las venas o que sufren problemas y dolores de columna, caderas, rodillas y pies.
Entonces, si ninguna de las dos opciones es realmente saludable para nuestro organismo… ¿qué podemos hacer? Pues además de la recomendación ya mencionada, que para las personas que trabajan de pie consistiría en los mismos descansos a la vez que alternan el peso en cada una de las piernas o eligen un calzado adecuado, en los últimos tiempos han surgido nuevas soluciones en el mercado.
Adelante el Sit-Stand
Esta alternativa nos permite trabajar de pie y sentados sin tener que desplazarnos. ¿Cómo? Pues gracias a una plataforma ubicada en nuestra mesa de trabajo. Podemos trabajar sentados, pero si en un momento determinado necesitamos mostrar lo que estamos haciendo a un compañero, es más sencillo y más sano si nos levantamos y la pantalla sube hasta la altura de nuestra vista.
Lo mismo sucede, por ejemplo, con las videoconferencias, que se han convertido en parte fundamental de nuestra rutina, en la que ya están plenamente normalizadas. El hecho de estar sentados, sobre todo si trabajamos desde casa, nos obliga a no despistar la imagen que da el entorno en el que nos encontramos. Poder realizar esas reuniones de pie no solo nos ofrece una mayor libertad de movimiento, sino que beneficia nuestra salud.
Mejora la productividad
Y es que se ha demostrado científicamente que el uso de escritorios para sentarse y estar de pie mejora la productividad y concentración de los trabajadores. La razón parece estar relacionada con el hecho de que, estando de pie, algunos de los músculos más grandes del cuerpo trabajan, lo que a su vez aumenta el flujo de sangre al cerebro.
Volvamos a la productividad. Decíamos al principio que la imagen de los trabajadores de una oficina «pegados» a la silla era casi síntoma de buen hacer y de grandes resultados. Pues parece ser que, al mejorar la forma en la que trabajamos, las soluciones Sit-Stand propician un incremento de la productividad que incluso ha llegado a situarse en el 46%.
Una silla ergonómica, el mejor acompañamiento
Dado que hablamos de una alternativa que contempla el trabajo sentados es imprescindible insistir en la importancia de contar con sillas de calidad. ¿En qué se traduce? Pues en la elección de sillas ergonómicas que admiten un rango completo de movimiento, es decir, que permiten su adaptación a las características de la persona, a la forma de su cuerpo.
Eso implica que permite la regulación de la altura y la profundidad, que mantiene nuestra espalda apoyada en el respaldo y que nos permite reclinarnos e incluso balancearnos cuando decidimos parar en nuestra tarea y descansar. Esas son solo algunas características imprescindibles, pero os aseguramos que sería importante contemplar unas cuantas más.
Soinva te da la solución sit-stand
Empezamos hablando de las imágenes de aquellas oficinas de cine (en sentido real, las de la gran pantalla) y acabamos pensando en la posibilidad de trabajar en un entorno de película, pero en esta ocasión en sentido figurado: en ese espacio armonioso, saludable, agradable y funcional que todos soñamos para nuestra oficina.
El salto del cine a la realidad puede ser complicado, excepto si decides llamarnos y apuestas por nuestro método de trabajo all in one: nos encargamos de todo, desde el diseño del espacio hasta su ejecución. Siempre bajo las premisas de la accesibilidad y funcionalidad, elegimos la mejor iluminación, ventilación, mobiliario e incluso instalación eléctrica para crear una oficina de alta calidad. Y te mostramos la propuesta en 2D y 3D para que puedas verla de manera real antes de ponernos manos a la obra.
Así que, si tu propósito para este nuevo curso es crear el mejor y más saludable espacio de trabajo para ti y los tuyos, ponte en contacto con nosotros: te ayudaremos a elegir la mejor opción para dar respuesta a tus necesidades.